Consejos para la autoexploracion.
La detección está al alcance de nuestra mano.
Trata con respeto a tus pechos pues, si les tienes miedo, enseguida los encontrarás llenos de bultos o renunciarás a examinarte como debes. Comienza lavándolos con cuidado y conociendo tus contornos.
Una vez que te sientas cómoda así, procede a palpar la zona con mayor presión. También debes observar tus senos y estar atenta a no padecer ningún síntomacomo los de la imagen de más abajo o cualquier otro tipo de anomalía.
El autoexamen de pie
El autoexamen de pie es muy similar al que se realiza tumbada, solo que debemos levantar el brazo de la mama que vamos a examinar. De igual modo, podemos dividir en cuadrantes nuestros senos y examinarlos paso a paso en las distintas direcciones.
Para guiarte con el proceso y que te resulte más fácil, puedes ponerte música y explorarte a la vez que procedes a darte un masaje. Esto te ayudará no solo a conocerte, mimarte y aceptarte, sino a ayudar a tu cuerpo a drenarse y eliminar toxinas.
El autoexamen tumbada
Tiéndete boca arriba, con una mano detrás de la cabeza para que el tejido de tus senos se aplaste contra la pared torácica, de esta manera será más fácil palparlo. Con la mano derecha, usa la parte plana de tus dedos.
Las yemas son demasiado sensibles y podrían alarmarnos, ya que notan todos los conductos mamarios. Una vez que te sientas cómoda y sepas qué es lo normal en ti, debes proceder a explorar las sensaciones que captan tus yemas.
"En definitiva, aunque el estado natural y normal de nuestros senos debe ser siempre supervisado por un profesional periódicamente, a nosotras nos corresponde tratar de controlar, mes a mes, que no se produzca ninguna anomalía.
Es una responsabilidad que no podemos eludir, pues de ella depende nuestra vida."